jueves, 7 de agosto de 2014

Aprender a decir "No" sin sentir culpa.


Queriendo decir "No" se diga "Si" o finalmente "No" parece que uno se siente mal de todas las maneras. Este sentimiento se da principalmente por dos motivos:
1) No creer que tenemos derecho a decir "NO" sin razonarlo ni dar explicaciones. Tenemos derecho a pensar en nosotros mismos y en nuestras necesidades. Si nos negamos este derecho la tarea de decir "No" se convertirá en un imposible, pues siempre antepondremos las necesidades y  los derechos de los otros a los propios.
2) El coste emocional y el temor a deteriorar la relación con el otro al decir "NO", cómo nos verá y qué pensará de nosotros la otra persona. Nos estamos haciendo así responsables de la reacción de la otra persona sea cual sea esta, positiva o negativa.
     Aprender a decir "No" sin sentir culpa no es un hábito que se aprenda de la noche al día, necesita práctica como cualquier otro hábito que queramos establecer en nuestras vidas.
     Empecemos siempre por los "noes" más sencillos y los "adversarios" menos duros para ir aumentando poco a poco la dificultad. Lo primero que podemos hacer es tratar de no responder con un"Si" de manera automática, concedámonos unos minutos para responder a quien nos hace la petición aunque terminemos diciendo "Si" al principio, tomando estos minutos de margen para responder obtendremos mayor sensación de control sobre la situación y esto nos servirá para seguir avanzando en este aprendizaje.

2 comentarios: